Hasta hace poco, este lujo doméstico parecía estar reservado a viviendas unifamiliares, grandes salones o alojamientos turísticos, sin embargo, hoy en día las posibilidades de disfrutar con un buen fuego son enormes, desde las tradicionales chimeneas de leña a vanguardistas estufas de bioetanol y modelos que nos permiten aprovechar el calor también en jardines y terrazas, disfrutar del fuego al aire libre siempre ha sido un auténtico placer para los amantes de las barbacoas. Pero es muy importante detenerse y dedicar el tiempo que corresponde a su mantenimiento en óptimas condiciones, sobretodo en lo que se refiere a la seguridad de la combustion.
Cuando el fuego está cerrado por un panel o puerta de cristal y aumenta la temperatura en la cámara de combustión, los materiales empleados suelen ser de acero. Es el caso de las estufas de metal o las barbacoas portátiles de acero.
En el caso de fuego abierto los materiales suelen ser más tradicionales, ladrillo, etc, como es en el caso de chimeneas y barbacoas de obra
Un buen rendimiento sólo se consigue si realizamos un correcto mantenimiento y la clave está en conservar el equipo lo más limpio posible para disfrutar del máximo confort. En época de poco uso de estos equipos es recomendable garantizar un conducto de evacuación despejado, libre de humos y hollines. Para ello emplearemos deshollinadores mecánicos o químicos, tambien para estufas de pellets. También en este periodo podemos comprobar si existen fisuras o desperfectos y repararlos con cemento, silicona, masilla o cola. Si la pintura de la puerta está deteriorada es el momento de darle un repaso.
Las chimeneas y estufas han de deshollinarse para garantizar su buena combustión y alto rendimiento calorífico, así como para evitar incendios e intoxicaciones debidos a la acumulación de depósitos inflamables. La combustión de una materia además de calor genera suciedad, polución y residuos como hollín, alquitrán y sulfatos, tanto en equipos de calefacción como en conductos de salida de humos. Si no se deshollinan pueden obstruirse, por lo que es muy importante asegurar que tubos y/o cañones están deshollinados y en perfecto estado.
Un buen mantenimiento deshollinador también nos ayuda a ahorrar mejorando el funcionamiento de la instalación y alargando su vida útil. Asimismo contribuimos a preservar el medio ambiente evitando la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
Se hace funcionar el aparato calefactor al máximo durante unos minutos para calentar bien el conducto y obtener una buena brasa. Se reduce el tiro, sin cortarlo, y se coloca el deshollinadorsobre las brasas, en bolsa o en polvo. El producto se consume en un periodo de 10 a 30 minutos. En ocasiones será necesario repetir la operación. La reacción química despega las partículas más pequeñas, y las partículas más grandes serán fácilmente desprendidas con el deshollinador metálico manual.
Un experto en chimeneas y barbacoas debe saber encender el fuego haciendo el menor humo posible y de forma rápida. El ritual suele comenzar encendiendo astillas finas, piñas o utilizando pastillas de encendido como las pastillas PQS BARBACON y PQS ECOLÓGICAS. Una vez conseguida la llama la incorporamos a la leña o el carbón que hayamos elegido para que se caliente y generar brasas.
Además, el fuego necesita oxígeno para arder por lo que no podemos incorporar toda la madera o el carbón de golpe, como suele decirse lo “ahogaríamos” o lo que es lo mismo, cortaríamos la combustión.
En barbacoas, el arte del encendido consiste en saber cuándo las brasas están en su punto para colocar los alimentos sobre la parrilla y comenzar a disfrutar de su cocción.
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